jueves, 1 de julio de 2021

Desfibrilación

Introducción:

La desfibrilación consiste en emitir un impulso de corriente continua al corazón, despolarizando simultáneamente todas las células miocárdicas, pudiendo retomar su ritmo eléctrico normal u otro eficaz. La cardiopatía isquémica es la primera causa de muerte en el mundo. Un 60% de las muertes por enfermedad coronaria debutan de forma súbita. La fibrilación ventricular (FV) es la arritmia responsable en casi el 85% de los paros cardiacos. La desfibrilación es el único tratamiento efectivo en el caso de una fibrilación ventricular o de una taquicardia ventricular sin pulso (TVSP). 

Indicaciones y fundamentos de la desfibrilación:

La desfibrilación es el tratamiento eléctrico de la fibrilación ventricular y de la taquicardia ventricular sin pulso. Consiste en transmitir una cantidad de corriente eléctrica de suficiente magnitud a través del músculo cardiaco, en situación eléctrica y mecánica caótica, con el objetivo de despolarizar simultáneamente una masa crítica del mismo y conseguir, que el nodo sinusal reasuma el control del ritmo cardiaco; es decir, con actividad eléctrica organizada y presencia de pulso1.
Se define desfibrilación exitosa2 como “la ausencia de FV o TVSP a los cinco segundos de administrar la descarga eléctrica”. El objetivo final es la recuperación de la circulación espontánea (RCE).

La desfibrilación constituye uno de los algoritmos de actuación ante una Parada Cardiorrespiratoria (PCR), en la Reanimación Cardiopulmonar (RCP). Si bien, todos los algoritmos deben comenzar atendiendo el orden de la cadena de supervivencia establecidos por los Planes de Resucitación.
La desfibrilación cardiaca alcanza su importancia, en base a que los ritmos más frecuentes en el caso de PCR en adultos son la FV y la TVSP, y el tiempo que transcurre desde el momento en que se producen, hasta que desfibrilamos es fundamental para lograr el éxito de la misma. De tal manera, que cuanto más corto sea éste tiempo, mayores serán las probabilidades de éxito.
Por cada minuto que se retrase la desfibrilación, las posibilidades de supervivencia disminuyen hasta un 4% si se aplica RCP básica, y hasta un 10% si no se aplica.
La desfibrilación ocupa el tercer eslabón en la cadena de supervivencia, siendo fundamental haber realizado el primer y segundo eslabón para que ésta sea exitosa.

Adquiere vital importancia, reconocer la situación de parada cardiorrespiratoria (PCR) y activar los mecanismo de respuesta de emergencia, iniciando el soporte vital básico o avanzado según las circunstancias del lugar en la que se encuentra la victima.

Cadena se supervivencia en paro cardíaco intrahospitalario

Cadena de supervivencia en paro cardíaco extrahospitalario


Tipos de desfibriladores:

Estos aparatos administran descargas eléctricas controladas a través de unos electrodos. Con su utilización, se pretende que la arritmia cardíaca que provoca la disfunción cardiorrespiratoria se restablezca a un ritmo normal. Los desfibriladores pueden ser de varios tipos:
Desfibrilador interno o Desfibrilador Automático Implantable (DAI):  Son aquellos dispositivos que se implantan en una persona con problemas cardíacos de la misma forma que se implanta un marcapasos. Este dispositivo puede detectar y tratar arritmias cardíacas con una descarga eléctrica que restablece el ritmo normal del corazón. También es implantado en personas que sufren taquicardias, bradicardias y latidos descontrolados.
Desfibrilador Externo Automático (DEA) y  Desfibrilador Externo Semi-automático (DESA): En estos dispositivos, existen tres tipos:
  1. Manual: este dispositivo tiene un funcionamiento complicado. Por esta razón, es usado por personal cualificado. En Europa, su uso está condicionado al personal sanitario entrenado.
  2. Automático: son los que aplican la descarga eléctrica automática tras una señal sonora. Si la persona que auxilia al paciente no conoce esta información, puede correr peligro. Por esta razón, los desfibriladores automáticos han caído en desuso. En algunos modelos requiere que sea un profesional sanitario el que decida cuándo se debe de generar una descarga e incluso la intensidad de la misma.
  3. Semi-automáticos: Un Desfibrilador Semiautomático es aquel dispositivo que no exige para su uso ninguna TOMA DE DECISIÓN por parte del primer interviniente más que el seguimiento estricto de las instrucciones de voz que el equipo le proporciona una vez colocados los electrodos sobre el paciente.
El aparato que utilizamos para realizar el tratamiento eléctrico de la FV y TVSP., Básicamente consta de:
  • Una fuente de energía como alimentación (corriente directa o baterías).
  • Un condensador que puede cargarse de un nivel de energía determinado.
  • Palas o electrodos que se colocan sobre el tórax para suministrar la descarga.

Modelos de DEA ó DESA


Tipos de parches o palas para DEA o DESA

Tipos de parches para niños


Tipos de desfibriladores Manuales



Técnica de Desfibrilación semiautomática y manual:

Desfibrilación semiautomática

Los desfibriladores semiautomáticos disponen de una programación inteligente, que es similar a la de los desfibriladores automáticos implantables (DAI). Para su utilización no es imprescindible el diagnóstico clínico, ya que pueden detectar los ritmos subsidiarios de desfibrilación. Son fáciles de utilizar con mínimo entrenamiento, por lo que permiten aplicar la desfibrilación de forma precoz y por personal no sanitario.
La mayoría de los DESA suministran una descarga de energía bifásica entre 150-300 J.

Técnica de la desfibrilación con DESA
  1. Conectar los electrodos al paciente.
  2. No tocar al paciente mientras está analizando el ritmo.
  3. Si detecta un ritmo desfibrilable nos lo indica, se carga y nos pide que apliquemos el choque. Cuando se realiza la descarga nadie debe tocar al paciente. Si hay una fuente de oxígeno con la que estemos ventilando al paciente, se retirará un metro en el momento del choque.
  4. Se produce una contracción brusca del tórax, esto nos indica que la descarga se ha suministrado.
  5. Es fundamental que el masaje cardiaco se interrumpa lo menos posible, antes y después de la desfibrilación.
  6. Se continuará así, hasta la llegada de los equipos de RCP avanzada (5º eslabón de la cadena de supervivencia).
  7. También se utiliza este algoritmo en el entorno hospitalario, de tal manera que se pueda hacer RCP con DESA en zonas de mucha afluencia de pacientes (consultas, área de radiodiagnóstico, etc.) mientras acude el equipo de reanimación.



Desfibrilación manual:

Se realiza en la RCP avanzada y para ello se utiliza un desfibrilador externo estándar.
Es un aparato compacto y portátil. Consta de:

  • Pantalla de monitorización del ECG, bien a través de electrodos de superficie, (seleccionando las derivaciones I, II y III), o a través de palas (selector en posición P), aplicando éstas sobre el tórax del paciente.
  • Selector de derivación.
  • Fuente de energía eléctrica (red eléctrica o batería).
  • Selector de energía graduable.
  • Interruptor de carga (localizado en el aparato, en las palas o en ambos).
  • Interruptor de descarga (en el aparato o en las palas, situándose uno en cada pala, teniendo que pulsar los dos a la vez para dar el choque).
  • Condensador o acumulador de energía.
  • Palas o electrodos de desfibrilación.
  • Sincronizador (se utiliza cuando queremos hacer cardioversión y permite que la descarga se efectúe en el momento de mayor amplitud del QRS, evitando así la fase vulnerable de la onda T).
  • Registro en papel.
Algunos desfibriladores manuales también pueden tener funcionamiento en modo semiautomático y función marcapasos.

Técnica de la desfibrilación manual
  1. Despejar el tórax del paciente.
  2. Conectar el desfibrilador en forma asincrónica.
  3. Aplicar gel conductor en las palas.
  4. Comprobar el ritmo cardiaco en la pantalla de monitorización.
  5. Seleccionar la energía del choque (200-300 J).
  6. Pulsar el botón de carga.
  7. Evitar que haya una atmósfera rica en O2 cerca de las palas del desfibrilador.
  8. Esperar las señales visuales y acústicas, que nos indican la carga completa.
  9. Presionar las palas con fuerza sobre el tórax.
  10. Volver a confirmar el ritmo cardiaco en el monitor.
  11. Comprobar que nadie toca al paciente: ¡aviso enérgico de descarga!
  12. Pulsar simultáneamente los dos botones de descarga.
  13. La descarga queda comprobada por la sacudida brusca del tórax.
  14. Comprobar la existencia de ritmo sinusal; si la arritmia persiste, volver a descargar.

Tipos de energía:

Hay que destacar que los desfibriladores actuales utilizan ondas bifásicas para desfibrilar, antes se utilizaban ondas monofásicas.
La corriente en los desfibriladores bifásicos fluye en dirección positiva durante un tiempo y después en dirección negativa. La onda de corriente “va y viene de una pala a otra”.

   Descarga Bifásica (200J)                  Descarga Monofásica (360J)

  

Factores que afectan al éxito de la desfibrilación:

Impedancia Transtorácica: Se define como la resistencia al paso de corriente a través del tórax, cuanto mayor sea, menor será el flujo de corriente. Por ello, la energía del choque y la impedancia determinan la cantidad de corriente eléctrica que llega al corazón.
Tal es así, que sólo suele llegar un 5% de la energía que aplicamos al corazón.
Para disminuir la impedancia en el choque podemos actuar optimizando con las siguientes recomendaciones:
  • Rasurado del tórax: permite un mejor contacto entre las palas-electrodos y la piel del paciente.
  • Tamaño de las palas-electrodos: la suma del área de los electrodos debe aproximarse a los 150 cms.
  • Colocación de las palas–electrodos: deben situarse de manera que la corriente fluya a través de la mayor cantidad de masa crítica miocárdica.
    1. Colocación de los electrodos DEA en adultos: En cuanto a anterolateral o lateral anterior, esto equivale a "hacia el frente" y "hacia el borde" en la posición anatómica estándar. Las características anteriores están más cerca de la parte frontal del cuerpo, mientras que las características laterales están más cerca del borde del cuerpo. Este tipo de colocación de la almohadilla del desfibrilador es cuando una almohadilla del DEA se coloca en el lado derecho del pecho (justo debajo de la clavícula) mientras que la otra almohadilla se coloca en el lado inferior izquierdo del pecho. 

      Anterior posterior o anteroposterior significa la "parte delantera y trasera" del cuerpo en esta posición anatómica estándar. Una característica anterior a otra está más cerca de la parte frontal del cuerpo, mientras que una característica posterior a otra se encuentra más cerca de la parte posterior del cuerpo. En el caso de las almohadillas AED, esto significa específicamente que una almohadilla AED se coloca en la parte delantera del pecho mientras que la otra almohadilla AED se coloca en la parte posterior como se ve en la ilustración. 
    2. Colocación de los electrodos DEA en un niño: La ubicación de la almohadilla del electrodo puede variar de una marca de DEA a otra, así que asegúrese de consultar el manual del propietario de su DEA para obtener instrucciones específicas sobre la ubicación de la almohadilla del electrodo. Si no puede encontrarlo allí, la mayoría de los DEA tienen una imagen impresa directamente en las almohadillas de los electrodos que indica dónde deben colocarse en el cuerpo del paciente.

      Por lo general, la ubicación adecuada para colocar las almohadillas AED en un niño es la colocación anteroposterior (o "adelante y atrás") , que es cuando una almohadilla de electrodo se coloca en el centro del pecho del niño y la otra almohadilla se coloca en el centro de su espalda. Los parches pediátricas se recomiendan para niños menores de 8 años.
Fuerza de aplicación de las palas: Se deben presionar con fuerza las palas contra el tórax del paciente (fuerza óptima 8 Kg en adulto y 5 Kg en niños), consiguiendo así un buen contacto.
Agente conductor: Actúa haciendo de interfase, facilita el paso de la corriente y reduce la impedancia.
No se debe usar gel de baja conductancia eléctrica (por ejemplo, gel de ultrasonido).
Fase ventilatoria: Es mejor aplicar el choque en la fase espiratoria, cuando menos aire hay en los pulmones.
Colocación de los parches Antero-Lateral


Colocación de los parches Antero (apex) - Posterior


Colocación de los parches Antero - Posterior en niños

Normas de seguridad durante la desfibrilación:

La técnica de desfibrilación debe llevarse a cabo sin riesgo para los miembros del equipo de resucitación. Esto se consigue siguiendo las siguientes recomendaciones:
  • Tener cuidado con los entornos o ropas húmedas.
  • Secar al paciente si procede antes de la desfibrilación.
  • Si se puede, utilizar parches autoadhesivos.
  • No tocar el entorno del paciente durante la descarga.
  • La persona que administre la descarga debe asegurarse que todo el mundo este alejado del paciente durante la desfibrilación.
  • Utilizar guantes, aunque la protección que dan es limitada.
  • Si se está realizando ventilación con balón resucitador, alejar la fuente de O₂ al menos 1 metro de las palas o parches de desfibrilación.
  • Si el paciente está con ventilación mecánica, dejar el sistema cerrado durante la desfibrilación, vigilando que no haya fugas.
  • El desfibrilador tendrá su función afectada por la presencia de fuentes de energía electromagnéticas, pudiendo causar radiointerferencia o interrumpir la función de otros equipos cerca como equipos electro quirúrgicos y computación tomográfica (CT), por tanto es necesario reorientar o reubicar el desfibrilador o blindaje local.
  • No posicione las palas directamente a los electrodos de ECG, respete la distancia mínima de 15 cm entre los electrodos de ECG y el bisturí eléctrico o el desfibrilador, en caso de que utilice al mismo tiempo; En caso de duda, desconecte el cable de ECG 
  • En pacientes portadores de marcapaso, debe de estar atento de forma a prevenir daños al dispositivo y al paciente: La energía aplicada debe ser la menor posible; revise funcionamiento del marcapaso después de la desfibrilación; Mantener distancia adecuada entre el generador del marcapaso del paciente y las palas del desfibrilador.

Aspectos técnicos y progresos:

La aparición de los DESA ha supuesto un gran avance, hasta el punto que su uso mejora la supervivencia, debido a la rapidez con la que se puede aplicar la desfibrilación por personal no entrenado, adaptándose a los protocolos existentes.
También en el ámbito hospitalario, ha supuesto un gran avance el uso de los DESA. Esto obedece a que es mejor que mucha gente sepa hacer RCP básica con DESA, teniendo como referencia una llamada al equipo especializado en RCP avanzada.
Además, a veces la muerte súbita se produce en áreas del hospital (consultas, salas de radiodiagnóstico, etc.), donde el personal sanitario no está entrenado en RCP avanzada.
La aparición de los desfibriladores bifásicos permite utilizar niveles menores de energía, siendo su efectividad, como mínimo, similar a los monofásicos. Ha permitido
disminuir el peso y el tamaño de los desfibriladores.

La desfibrilación en las unidades de arritmias:

Cuando nos referimos a la técnica de desfibrilación en las unidades de arritmias y cardiología intervencionista, debemos tener en cuenta dos consideraciones:

La importancia de prever qué pacientes tienen riesgo potencial de presentar FV o TVSP. Siendo quizá más propensos, aquéllos a los que se les realizan un estudio electrofisiológico o ablación por arritmias ventriculares. También, aquellos pacientes en los que su estado general esté comprometido.
Es importante considerar el método de valoración recomendado por el Plan Nacional de RCP, identificando y tratando a los pacientes en riesgo de PCR.

Concretamente, debemos conocer las principales causas de FV:
  • Síndromes coronarios agudos.
  • Cardiopatías con disfunción ventricular severa.
  • Fármacos (antiarrítmicos, antidepresivos tricíclicos, digoxina).
  • Canalopatías.
  • Acidosis metabólica y alteraciones electrolíticas.
La especial adaptación y revisión de los protocolos actualizados para el tratamiento de la FV o TVSP en las salas de este tipo. Cabe destacar que, ante un paciente que sufre una FV o TVSP, se darán hasta tres choques seguidos si no se resuelve, y a efectos de protocolo, estos tres choques valdrán como el primero del algoritmo. Recoge esto el plan Nacional y Europeo de RCP cuando se trata de salas de Hemodinámica, Electrofisiología y Cirugía cardiaca.

Material y recursos necesarios:

Recursos humanos:
  • Hacen falta por cada laboratorio un médico, un enfermero y un auxiliar de clínica.
Recursos materiales:
  • Desfibrilador manual, con opción a sincronización, preferiblemente bifásico.
  • Electrodos-parches de desfibrilación.
  • Electrodos para monitorización estándar.
  • Material para mantenimiento de vía aérea y estimulación temporal:
  • Guedel, bolsas de reanimación auto-hinchable, material de intubación orotraqueal, sondas de aspiración, mascarillas de O2, toma de O2, aspirador, sondas de aspiración, marcapasos externo.

Cuidados después de una desfibrilación:

  • Tratar de tranquilizar al paciente y explicarle lo que ha sucedido.
  • Monitorizar las constantes vitales y la saturación de O2.
  • Se pueden producir quemaduras de primer grado en la piel, que se tratarán de forma inmediata, cubriéndolas con una gasa humedecida en suero fisiológico, para posteriormente, aplicar crema hidratante y analgésicos si los precisa.

Desfibrilador / cardioversor implantable (ICD):

Un desfibrilador cardioversor implantable (ICD) se ve muy similar a un marcapasos, excepto que es ligeramente más grande. Tiene un generador, uno o más cables, y un electrodo para cada cable. Estos componentes funcionan de forma muy parecida a un marcapasos. Sin embargo, el ICD está diseñado para entregar dos niveles de energía eléctrica: un choque de energía baja que puede convertir un corazón que late a un ritmo anormal de nuevo a una frecuencia cardíaca normal, y un choque de energía alta que se entrega si la arritmia es tan severa que el corazón solo está temblando y no latiendo. Un ICD detecta cuando el corazón está latiendo demasiado rápido y entrega un choque eléctrico para convertir el ritmo rápido a un ritmo normal. Muchos dispositivos combinan un marcapasos y un ICD en una unidad para personas que necesitan ambas funciones. Después que se entrega el choque, un modo de ritmo de "respaldo" está disponible si se necesita durante un momento corto.


El desfibrilador subcutáneo (en inglés S-ICD) es dispositivo implantable activo cuyo objetivo es detectar y tratar a través de descargas eléctricas, las arritmias cardiacas potencialmente malignas. El sistema se diferencia principalmente de los desfibriladores implantables endovenosos convencionales (DAI), porque tanto el generador como el electrodo se implantan de forma subcutánea, sin que sea necesario invadir ninguna estructura cardiovascular, evitándose de este modo los riesgos asociados a la implantación de electrodos endovenosos.
En resumen un desfibrilador implantado se activa, actúa y registra las anomalías cardiacas si:
  1. Si sufre un fallo cardíaco congestivo ya que en este caso una arritmia caótica podría ser letal (ejm. TV y FV). y si su corazón ha reducido su actividad un 35 %,
  2. Si ha sobrevivido a una muerte súbita por un accidente cardíaco.
  3. Si tiene una predisposición genética evidente a desarrollar problemas cardíacos serios.

Puntos Clave:

  • Las muertes por cardiopatía isquémica representan un problema de primera magnitud para la salud pública, siendo ésta la primera causa de muerte en el mundo. 
  • La fi brilación ventricular es la causa más frecuente de parada cardiorrespiratoria. 
  • La desfi brilación es el único tratamiento efectivo en el caso de una fi brilación ventricular o una taquicardia ventricular sin pulso. 
  • En este capítulo, hemos descrito el mecanismo de un desfi brilador, sus componentes y las diferentes modalidades de aparatos existentes. Se ha hecho especial hincapié a la hora de explicar la técnica a realizar, optimizándola y, obteniendo así, los mejores resultados. 
  • Los DESA han supuesto un avance considerable en la resolución de la PCR por FV, debido a su fácil manejo y no necesitar personal sanitario para su uso.









domingo, 13 de octubre de 2019

Medición de la Frecuencia Cardiaca

Definición:

Número de veces que el corazón realiza el ciclo completo de llenado y vaciado de sus cámaras en un determinado tiempo expresándose en contracciones o latidos por minuto (lpm). Los latidos corresponderían con las sístoles, es decir, cuando la sangre es expulsada al resto del cuerpo.
Mientras que la definición de pulso es la serie de pulsaciones perceptibles en algunas partes de nuestro cuerpo (cuello, el tórax, la muñeca, etc.) debidos a las contracciones y dilataciones del corazón.

Tipos de frecuencia cardíaca:

Los latidos por minuto (lpm) aumentan o disminuyen en función de la actividad que estamos realizando, para ello te muestro diferentes estados en los que vamos a encontrar la frecuencia cardíaca para que aprendas a identificarlos y utilizarlos en tus entrenamientos.
  • Frecuencia cardíaca en reposo: La frecuencia cardíaca de reposo (FC reposo) es el ritmo al que late el corazón cuando estamos relajados, sin hacer esfuerzos físicos. Esta variará en función de la genética, estado físico, psicológico, condiciones ambientales, postura, edad y sexo.
  • Podemos establecer como valores normales de la FC de reposo entre 60-100 ppm en estado de reposo  para adultos, personas mayores y niños mayores de 10 años.
  • Frecuencia cardíaca en esfuerzo: Es la frecuencia cardíaca que podemos medir mientras hacemos ejercicio físico y su valor es superior a la frecuencia cardíaca de reposo.
  • Cuando realizamos cualquier tipo de ejercicio físico, nuestro ritmo cardíaco y nuestra respiración aumentan debido a que nuestros músculos requieren más oxígeno.
  • Frecuencia cardíaca basal: Es aquel valor que obtenemos cuando medimos nuestra FC y nos encontramos en reposo absoluto. Para conocerla, es necesario que realicemos la medición inmediatamente al despertarnos, sin llegar a levantarnos de la cama, para evitar realizar cualquier tipo de ejercicio que pueda interferir en la medición.
  • Frecuencia cardíaca máxima: La frecuencia cardíaca máxima (FCmáx) hace referencia al máximo de pulsaciones que puedes alcanzar mientras realizas ejercicio físico sin poner en riesgo la salud, siempre y cuando te encuentres en unas condiciones físicas óptimas.
  • Frecuencia cardíaca de reserva: Es la diferencia entre la frecuencia cardíaca máxima estimada y la frecuencia cardíaca basal.

Valores de referencia de pulsaciones en reposo por minuto

HOMBRES
EDAD
(Años)
INADECUADO NORMAL BUENO EXCELENTE
20 - 29 86 o más 78 - 94 62 - 68 60 o más
30 - 39 86 o más 72 - 84 64 - 70 62 o más
40 - 49 90 o más 74 - 88 66 - 72 64 o más
50 o más 90 o más 76 - 88 68 - 74 66 o más

MUJERES
EDAD
(Años)
INADECUADO NORMAL BUENO EXCELENTE
20 - 29 96 o más 78 - 94 72 - 76 70 o más
30 - 39 98 o más 80 - 96 72 - 78 70 o más
40 - 49 100 o más 80 - 98 74 - 78 72 o más
50 o más 104 o más 84 - 102 76 - 82 74 o más

Factores que influyen sobre las pulsaciones normales:

Como todo en el cuerpo humano, las pulsaciones normales pueden ser influenciadas por diversos factores tanto externos como internos. 
  1. Enfermedades: normalmente cuando el sistema inmunológico está deprimido con enfermedades como anemia, fiebre o infecciones aumentan tu ritmo cardíaco.
  2. Genética: afecta tanto las pulsaciones en reposo, como las altas y las bajas.
  3. Edad: previamente explicamos que, cuando nacemos el ritmo cardíaco es alto por la alta demanda de sangre que tiene el cuerpo en crecimiento. Luego, conforme vamos creciendo las pulsaciones se tornan normales.
  4. La hora del día: a lo largo del día las pulsaciones van variando, en la mañana son más bajas que en la tarde, cuando hacemos la digestión las pulsaciones aumentan entre un 10 a un 30%.
  5. Género: por lo general las mujeres tienen de 5 a 15 pulsaciones más por minuto. especialmente durante la menstruación (en mujeres)
  6. Temperatura: las pulsaciones normales pueden variar dependiendo de la temperatura del ambiente. Mientras más calor hace las pulsaciones son mayores que cuando hace frío. Además, si los cambios de temperatura son muy bruscos, el cerebro busca enviar un estímulo para que la mayor cantidad de sangre aumente o disminuya la temperatura de algún órgano.
  7. Fármacos: existen diferentes sustancias que pueden aumentar las pulsaciones como el consumo de tabaco y alcohol.
  8. Deshidratación: cuando estamos deshidratados, la sangre se espesa, por ende, se obstruye el flujo sanguíneo, lo que hace que el corazón trabaje con más fuerza.
  9. Metabolicos: después de comer alimentos y bebidas calientes o durante el período de fuerte hambre, el estado físico (actividad-reposo).
  10. Psicologicas: estrés, miedo, amor, después de tomar un relajante baño, masaje o después del coito dentro de los 30 minutos.

Objetivos:

  • Determinar la frecuencia, ritmo, volumen y simetría de los pulsos para valorar la función cardiocirculatoria e identificar anormalidades si las hay.
  • Proporcionar información importante acerca del estado de salud en la evolución del paciente.
  • Identificar los efectos secundarios de algunos medicamentos administrados.
  • En situaciones de emergencia ayudar a determinar si el corazón del paciente está bombeando.

Materiales y equipos:

  • Reloj con segundero.
  • Fonendoscopio.
  • Hoja de registro.
  • Bolígrafo azul.
  • Monitor cardiaco si fuera necesario.

Técnica y procedimientos:

  1. Preparación del personal y del paciente:
    • Asegurar que todo el material necesario esté a mano.
    • Higiene de manos.
    • Identificación del paciente.
    • Informar al paciente y/o familia del procedimiento a realizar.
    • Fomentar la colaboración del paciente en la medida de sus posibilidades.
    • Preservar la intimidad y confidencialidad.
    • Colocar al paciente en una posición adecuada, considerando que se encuentre en situación basal, teniendo en cuenta la situación del paciente y dejando fácilmente accesible la zona:
    • En el pulso apical será en decúbito supino o en semifowler, si su estado lo permite.
    • En el pulso arterial, la arteria radial es la más habitual, puede estar sentado con el brazo seleccionado apoyado sobre una almohada, dirigiendo la palma de la mano hacia arriba, o acostado con los brazos relajados sobre la cama o sobre el abdomen.
  1. Pulso periférico
  1. Localizar la arteria mediante palpación suave sobre un plano duro (óseo), con los dedos índice, corazón y anular de la mano dominante:
  2. Radial: es el pulso periférico más habitual, sobre la muñeca del paciente encima del hueso radio, sobre la arteria radial en la zona media de la cara interna de la muñeca, ejerciendo una presión suave. Evitar colocar dedo pulgar pues tiene latido propio (percibiríamos nuestras propias pulsaciones).
  3. Temporal: sobre hueso temporal en la región externa de la frente, en un trayecto que va desde la ceja hasta el cuero cabelludo. Muy usada en pediatría.
  4. Carotídeo: en la parte lateral del cuello, entre la tráquea y el musculo esternocleidomastoideo. No ejercer una presión excesiva porque produce bajada de frecuencia cardiaca e hipotensión. Nunca debe palparse simultáneamente en ambos lados o muy profundamente, para evitar la disminución del flujo sanguíneo cerebral, bradicardias hemodinámicamente muy significativas y aún más, paro cardiaco. Es el pulso que más fielmente refleja las funciones cardiacas.
  5. Humeral o braquial: en la cara interna del musculo bíceps o en la zona media del espacio antecubital con el antebrazo del paciente ligeramente flexionado sobre el brazo.
  6. Cubital: en la superficie palmar de la articulación de la muñeca, por arriba y por fuera del hueso pisiforme, utilizado en algunas situaciones clínicas (catéter en la arteria radial para monitorizar la presión sanguínea).
  7. Femoral: en la arteria femoral debajo del ligamento inguinal (normalmente pulso lleno y fuerte).
  8. Poplíteo: en la arteria poplítea detrás de la rodilla en la fosa poplítea, flexionando la pierna sobre el muslo.
  9. Tibial posterior: en la arteria tibial por detrás del maléolo interno.
  10. Pedio: palpando la arteria dorsal del pie sobre los huesos de la parte alta del dorso del pie. Muy usado en cateterismo.
  11. Presionar ligeramente con las yemas de los dedos hasta encontrar el latido arterial.
  12. Percibir durante unos instantes los latidos, y seguidamente contar la frecuencia de los latidos durante 60 segundos, valorando la intensidad de los mismos y la regularidad del ritmo.
  13. Valorar el ritmo, observando si la pauta de intervalos es regular o no.
  14. Valorar la intensidad. Si el latido es potente se palpa lleno, si es débil, la fuerza de llenado desaparece cuando se presiona ligeramente la arteria.
  15. Comparar el ritmo e intensidad del latido con el de la arteria contralateral.
  16. Si presenta arritmias, realizar toma apical.
  17. Higiene de manos.
  1. Pulso apical
  1. Limpiar membrana de fonendoscopio con solución jabonosa o antiséptica.
  2. Calentar la membrana del fonendoscopio con las manos para evitar la sensación de frío al contacto directo con la piel y comprobar que el sonido esté abierto.
  3. Comprobar que el sonido este abierto.
  4. Colocar la membrana del fonendoscopio sobre el quinto espacio intercostal izquierdo, en la línea media clavicular.
  5. Auscultar unos instantes los latidos antes de contabilizarlos.
  6. Contar la frecuencia de los latidos durante 60 segundos, valorando la intensidad de los mismos y la regularidad del ritmo.
  7. Ayudar al paciente en la medida en que lo necesite a cubrirse el tórax y asumir una postura cómoda.
  8. Limpiar el fonendoscopio.
  9. Higiene de manos.
  1. Toma de frecuencia cardiaca mediante monitor
  1. Limpiar la piel con agua jabonosa o antiséptico.
  2. Colocar electrodos adecuados al paciente (adulto o pediátrico) de forma que no supongan un obstáculo en caso de acceso al tórax para cualquier intervención (masaje, radiografía y ecografía) y cuidando que no se enrollen ni entorpezcan movimientos. En pacientes monitorizados se reemplazarán cada 24 horas.
  3. Colocación de electrodos:
  • Rojo: debajo de la clavícula cerca del hombro derecho.
  • Amarillo: debajo de la clavícula cerca del hombro izquierdo.
  • Negro (toma de tierra): en el lado inferior izquierdo del abdomen, o debajo del apéndice xifoides.
  • Conectar los cables de electrodos al paciente y seguidamente al cable del monitor.
  • Vigilar el estado de la piel para evitar lesiones o alergias.
  • Higiene de manos.

10 puntos de palpación del pulso arterial
























Consideraciones especiales:

  1. Se aconseja tomar el pulso durante un minuto, ya que contar durante 15 o 30 segundos y multiplicar por cuatro o por dos, respectivamente, no garantiza un recuento exacto en el caso de que haya patologías vasculares o arritmias cardiacas no identificadas previamente.
  2. En presencia de patologías cardiovasculares es importante comprobar la coincidencia en la frecuencia del pulso apical y periférico, así como la comprobación sistemática de la simetría con la arteria contralateral.
  3. La valoración del pulso debe realizarse de forma simultánea con la toma de la tensión arterial de forma sistemática en los pacientes con arritmias, a fin de detectar tempranamente la existencia de arritmias cardíacas.
  4. Tener en cuenta que tanto el dolor como las alteraciones emocionales pueden variar la frecuencia cardiaca.
  5. En la toma de pulso radial, evitar colocar el dedo pulgar sobre la arteria radial del paciente, ya que percibiríamos nuestras propias pulsaciones.

Registros:

  1. Anotar en el registro correspondiente:
  2. Procedimiento realizado.
  3. Firma, fecha y hora de realización.
  4. La respuesta del paciente al procedimiento.
  5. Frecuencia (número de latidos por minuto).
  6. Características del latido: ritmo (regular o irregular) e intensidad (fuerte, normal, débil o ausente).
  7. Simetría con la arteria contralateral y, si es preciso, describir las características en ambos lados.







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