martes, 4 de abril de 2017

Necesidad de higiene y Arreglo personal: Parte I

• Fundamentos del procedimiento

La misión fundamental de la higiene es mantener la piel en adecuado estado de limpieza, para que así ésta pueda desarrollar de forma óptima sus funciones de protección, secreción y absorción. Otro propósito del baño lo constituye el bienestar físico y psicológico que siente el enfermo después de este cuidado.
Podemos considerar a la piel como el mayor órgano del cuerpo, ya que cubre totalmente su superficie. En su composición se destacan tres capas:
  1. La epidermis (capa externa).
  2. La dermis o corion.
  3. El tejido subcutáneo o hipodermis.

La piel tiene cinco funciones principales:
  1. Regula la temperatura corporal.
  2. Protege a los tejidos subyacentes de que se deshidraten y de las lesiones, evitando el paso de microorganismos perjudiciales. La piel y las membranas mucosas se consideran la primera línea de defensa del organismo.
  3. Segrega sebo, que tiene cualidades antibacterianas y antifúngicas.
  4. Transmisora de sensaciones, gracias a la presencia en ella de receptores nerviosos que son sensibles al dolor, a la temperatura, al contacto y a la presión.
  5. Colabora en la producción de las vitaminas C, A y D.

Atención a las necesidades de higiene del adulto
  • Entre los hábitos y estilos de vida saludables figura la higiene adecuada de las personas.
  • Esta higiene tiene como base para su desarrollo una evaluación sanitaria adecuada y la existencia de los medios necesarios para su desarrollo.
  • En las personas enfermas (hospitalizadas o no) la higiene adquiere una importancia grande en cuanto pasa a depender, en gran medida, del grado de invalidez o de las capacidades para realizarla.
  • Así, la higiene de los pacientes enfermos, sobre todo hospitalizados, recae en el profesional de Enfermería, lo que exige una serie de atenciones a las necesidades de los pacientes en cuanto a la higiene corporal (piel), cabellos, ojos, oídos, genitales, etc.

Concepto de higiene general y parcial
La higiene es una suma de procesos que permite una mejor defensa de la piel contra las enfermedades. Sin higiene personal corporal, la enfermedad es más grave ya que el organismo se hace menos resistente. El profesional de Enfermería es el responsable de la limpieza del enfermo; su papel consiste en dejarlo en las mejores condiciones de defensa posible, asegurándole una higiene perfecta.
En la persona enferma la higiene debe hacerse más minuciosamente que en un individuo sano, ya que los cuidados de limpieza se efectúan con objeto de que la piel cumpla eficazmente sus funciones:

  • La respiración. La piel respira por los poros.
  • La secreción. Mediante las glándulas sudoríparas la piel elimina en 24 horas, más o menos, un litro de líquido. En ciertos casos extremos puede aumentarse esta cifra considerablemente. Esto explica la sed de los enfermos con fiebre alta, que se están deshidratando.
  • La absorción. La piel absorbe muy fácilmente las grasas asimilables (pomadas, etc.) y las soluciones alcohólicas, pero resulta impermeable para el agua, al contrario que las mucosas, que absorben las soluciones acuosas.
Para que la piel cumpla sus funciones con normalidad es necesario desembarazarla de la suciedad, que es la mezcla de las secreciones y el polvo, y que no la deja respirar o absorber los medicamentos por vía tópica. La falta de higiene corporal convierte a la piel en huésped de microorganismos patógenos y facilita su proliferación.

El aseo ejerce además un papel importante en la protección contra la invasión microbiana. En algunas enfermedades, los tejidos de la piel están mal nutridos (diabetes, obesidad, etc.) y predispuestos a infecciones.

La piel puede también eliminar productos tóxicos e irritantes, que producen picor y lesiones cuando la persona se rasca.

Reconocer que la exposición de la piel  a la orina o excrementos corre el riesgo de macerarse e infectarse. Por eso se explica igualmente la importancia de los cuidados de limpieza y la necesidad de aseo en los genitales varias veces al día.
Con un correcto aseo del paciente se pretende:
  • Conservar el buen estado de la piel, eliminando la suciedad y el sudor. Sólo con una buena limpieza e higiene se consigue que la piel realice sus funciones con normalidad y no se produzcan infecciones bacterianas, etc.
  • Estimular la circulación sanguínea.
  • Reducir la temperatura corporal en caso de fiebre, si se realiza el baño o ducha con agua fría.
  • Refrescar al paciente, para que sienta sensación de confort y bienestar.
  • Trátese del aseo completo o del aseo de una zona del cuerpo, debemos referirnos a los mismos principios que tratan del enfermo, la técnica y el material:
El enfermo
  • Tener en cuenta el pudor de la persona, pues a nadie le gusta mostrar su desnudez en esas circunstancias y ante personas extrañas.
  • Moverlo con suavidad.
  • Actuar rápidamente para disminuir el riesgo de cansancio.
  • Evitar el resfriado. Para esto, descubrir sólo la región a limpiar y cubrir el resto del cuerpo.
  • Secar después de los cuidados y recalentarlo si se ha enfriado.
  • Reinstalar cómodamente a la persona.
La Técnica
Se actuará con método durante el aseo. Se limpiará cada zona del cuerpo una a una. La secuencia de los gestos seguirá este orden:
  • Preparación del material, que se instalará al alcance de la mano.
  • Posición sistemática del enfermo, la más cómoda posible, reduciendo al máximo los movimientos.
  • Protección del enfermo y de la cama.
  • Evacuación de las aguas, ropas sucias, etc.
  • Volver a poner todo en orden.
  • Los cuidados se administrarán desde la derecha, a excepción del lavado, que se hará desde arriba hacia bajo.
El material
  • Los elementos de protección: hule, sábana pequeña, manta de baño.
  • Los elementos de lavado: toallas, guantes, esponjas, palangana, agua, jabón, crema hidratante, jarra, etc.
  • Los elementos de recambio: ropa del enfermo, ropa de cama.
  • Los elementos de evacuación: orinal plano o cuña, bolsa para la ropa sucia o cubo, etc.
• Consideraciones para el aseo completo y el baño
Lavado de pies, diario. Lavado de cabellos, una vez a la semana. Baño de limpieza, en principio diario, bien en la bañera si se puede y si no es Transporte de material de lencería así, en la cama.
Cualquiera que sea el aseo que se practique y sobre todo si es completo deberá vigilarse, como ya se ha dicho, la temperatura de la habitación y las corrientes de aire.
El aseo diario es aquel que se realiza todos los días, pero de una manera más simplificada, es decir, todos los días no se lavan los cabellos, etc.


Higiene del Paciente Autónomo


• Definición:
Conjunto de actividades de supervisión y evaluación, que realiza la enfermera, de las medidas higiénicas que lleva a cabo el paciente para preservar su piel limpia y en buen estado.

• Objetivos:
- Prevenir alteraciones en la piel.
- Prevenir infecciones.
- Contribuir al bienestar físico y psíquico del paciente.
- Estimular la circulación sanguínea.

• Equipos y Materiales:
  • Agua tibia
  • Toallas (2).
  • Cuña, palangana.
  • Artículos de higiene personal: tijeras de uñas, material de afeitado,cepillo, peine, colonia.
  • Silla o taburete.
  • Alfombrilla antideslizante.
  • Pijama o camisón limpio.
  • Jabón neutro, crema hidratante para evitar la sequedad de la piel.
  • Champu neutro para evitar caída del cabello.
  • Bolsa para residuos.
  • Registros de enfermería.
• Procedimiento:
  • Preservar la intimidad del paciente.
  • Facilitar al paciente la independencia.
  • Observar el estado de higiene y valorar la frecuencia habitual de higiene general.
  • Explorar los hábitos culturales que puedan estar influenciando en las creencias sobre el significado, frecuencia, forma y duración de llevar a cabo la higiene.
  • Comunicar y educar al paciente la necesidad del baño para mejorar la calidad de vida: Tendrá interés en el cuidado de su piel, cabello y uñas, así como también del vestido y calzado adecuados a su aspecto físico.
  • Proporcionar todo el material necesario para la higiene.
  • Indicar al paciente que no cierre por dentro el aseo por si la enfermera ha de ayudarle.
  • Señalar el timbre del aseo y explicarle su funcionamiento por si requiere ayuda.
  • Recomendar duchas semanales y se hará hincapié en el lavado y secado minucioso de los pliegues cutáneos.
  • Evaluar si las medidas higiénicas llevadas a cabo por el paciente han sido efectivas.
  • Registrar en la documentación de enfermería incidencias y respuesta del paciente.


Higiene del Paciente Dependiente


• Definición:
Conjunto de medidas higiénicas que realiza la enfermera al paciente cuando presenta limitación parcial para realizar su propia higiene.

• Objetivos:
  1. Mantener la piel limpia y en buen estado la piel y sus anejos.
  2. Prevenir alteraciones de la piel.
  3. Prevenir infecciones.
  4. Contribuir al bienestar físico y psíquico del paciente.
  5. Estimular la circulación sanguínea del paciente.
  6. Educar al paciente y familia sobre los cuidados de higiene.
• Materiales y Equipo:
  • Alfombrilla antideslizante.
  • Silla o taburete.
  • Artículos de higiene personal: peine, cepillo, material de afeitado, colonia, desodorantes, etc.
  • Toallas.
  • Carro de ropa sucia.
  • Cuña, palangana.
  • Guantes no estériles.
  • Esponjas sin jabón.
  • Jabón neutro.
  • Crema hidratante.
  • Pijama o camisón limpio.
  • Registros de enfermería.
• Procedimiento:
  • Realizar lavado de manos.
  • Preparar el material.
  • Preservar la intimidad del paciente.
  • Informar al paciente.
  • Solicitar la colaboración del paciente y familia.
  • Mantener una temperatura ambiente adecuada: 24-25º C
  • Evitar corrientes de aire en la habitación.
  • Proteger al paciente de caídas con ducha o bañera con agarraderas o barandillas, alfombra antideslizante, supervisión continua, etc.
  • Ayudar al paciente a desvestirse.
  • Colocarse los guantes.
  • Preparar el agua a temperatura adecuada: 35-36 º C.
  • Proceder al lavado de la siguiente manera: primero la cara con agua sola y el resto del cuerpo de arriba abajo con esponja y jabón. Por último periné y genitales.
  • Enjuagar con agua limpia y secarlo (hacer hincapié en las zonas de pliegue, bajo las mamas,axilas y espacios interdigitales).
  • Higiene de la boca.
  • Higiene del cabello. Afeitado en hombres, respetando sus preferencias por la barba.
  • Hidratar la piel con crema hidratante, haciendo hincapié en las zonas de roce y presión.
  • Ayudar a vestirse.
  • Dejar al paciente en una posición adecuada.
  • Retirar el material en bolsas de ropa sucia.
  • Retirar los guantes.
  • Realizar lavado de manos.
  • Registrar en la documentación de enfermería: el procedimiento, fecha y hora, incidencias y respuesta del paciente.
• Observaciones:
  • La higiene debe ser diaria.
  • En pacientes con bajo nivel de dependencia está indicado el aseo en ducha o bañera.



Higiene del Paciente Encamado


• Definición:
Conjunto de medidas higiénicas que realiza la enfermera cuando el paciente presenta limitación para realizar su propia higiene y requiere estar encamado.

Paciente encamado: Es aquel paciente que, por diferentes motivos, esta obligado a permanecer inmóvil en la cama, ya sea un anciano impedido, un accidentado, un enfermo terminal...

Esta situación genera un gran riesgo por falta de movilidad y favorece:
  1. Alteraciones en la circulación que facilitan la aparición de trombosis venosas, trombo flebitis, y embolias pulmonares. 
  2. Mala ventilación pulmonar con retención de secreciones y predisposición a las infecciones respiratorias. 
  3. Pérdida de masa muscular, generando una atrofia y debilidad muscular. 
  4. Afectación del hueso con pérdida de masa ósea y el desarrollo precoz de una osteoporosis. 
  5. Rigidez articular con posibilidad de anquilosis de las articulaciones,generando perdida funcional y dolor importante. 
  6. Aparición de úlceras por presión que son lesiones en la piel que cursan con pérdida de sustancia cutánea y cuya profundidadpuede variar desde una erosión superficial en la piel hasta unaafectación más profunda, pudiendo llegar hasta el hueso
• Objetivos:
  • Mantener limpia y en buen estado la piel y sus anejos.
  • Prevenir alteraciones de la piel e infecciones.
  • Contribuir al bienestar físico y psíquico del paciente.
  • Proporcionar al paciente el aseo necesario para satisfacer las necesidades de higiene y comodidad.
  • Educar al paciente y familia en los cuidados de higiene.
• Materiales y Equipo:
  • Sábanas limpias. 
  • Toallas. 
  • Palangana o cuña. 
  • Artículos de higiene personal: peine, cepillo, colonia, desodorante, etc. 
  • Carro ropa sucia. 
  • Guantes no estériles. 
  • Esponja desechable con y sin jabón. 
  • Jabón neutro. 
  • Crema hidratante. 
  • Pijama o camisón limpio. 
  • Registros de enfermería.
• Procedimiento:

  • Preparar el equipo y el agua a la temperatura adecuada. 
  • Lavarse las manos 
  • Explicar al paciente el procedimiento, pidiéndole su colaboración 
  • Situar el equipo junto a la cama del paciente 
  • Asegurarnos que la temperatura ambiente de la habitación es la adecuada, y de que no hay corrientes de aire 
  • Colocarse unos guantes 
  • Ofrecer la cuña al paciente antes de comenzar 
  • Retirar la ropa de la cama que la cubre, y colocar en su lugar una manta de baño 
  • Desnudar al paciente, que estará en decúbito supino, si no hay contraindicaciones. 
  • Introducir la ropa sucia en una bolsa, que tendremos en el suelo, junto a los pies de la cama, sin realizar maniobras bruscas 
  • El lavado se hará en el siguiente orden: 
          1. Afeitado: en los varones, si pueden, lo realizarán ellos mismos
          2. Ojos (del ángulo interno al externo)
          3. Cara
          4. Cuello y hombros
          5. Brazos, manos y axilas
          6. Tórax y mamas
          7. Abdomen
          8. Piernas y pies
         9. Espalda y nalgas
       10. Región genital

  • En todas, excepto en los ojos y en la cara, se empleará jabón. La secuencia concreta del lavado será enjabonar una zona (con una pequeña cantidad de jabón), aclarar, y secar bien, insistiendo en los pliegues cutáneos. 
  • Después de estar limpia y bien seca la parte anterior del cuerpo del paciente, se le colocará en decúbito lateral. Así se lavarán adecuadamente la espalda y glúteos. 
  • Una vez limpias y secas esas zonas, se aplica un masaje, o unas friegas con loción hidratante. 
  • Situar de nuevo al paciente en decúbito supino, para la limpieza de la región perineal. Para ello, colocar la cuña bajo la pelvis del paciente. Siguiendo la pauta general, que consiste en limpiar desde lo más limpio a lo más sucio. 
  • Después de finalizar el lavado, vestir al paciente. 
  • Colaborar en el aseo de la boca y el pelo, si el paciente puede efectuarlo por él mismo. De no ser así, el auxiliar realizará esta actividad. 
  • Cambiar o rehacer la cama, acomodar al paciente, recoger el equipo, que se retira de la habitación y se limpia y ordena, lavarse las manos. 
• Aspectos a tener en cuenta:

  • Realizar el aseo diario tantas veces como precise el paciente.
  • En pacientes con miembro superior inmovilizado o portador de vía venosa, se desvestirá comenzando por el brazo libre. Para vestirlo se comenzará por el brazo portador de la vía.
  • Si el paciente lleva una infusión intravenosa para quitarle la bata hospitalaria se procederá de la siguiente forma:

  1. Extraer completamente la manga del brazo sin la infusión y llevarla hasta el tubo conectado al brazo con la infusión.
  2. Sujetar el recipiente por encima del brazo del paciente, tirar de la manga hacia arriba sobre el recipiente para quitar la bata usada.
  3. Colocar la manga de la bata limpia del brazo con la infusión sobre el recipiente como si fuera una prolongación del brazo del paciente y pase el recipiente por el puño de la manga.
  4. Volver a colocar el recipiente. Deslizar cuidadosamente la bata sobre el tubo y la mano del paciente.
  5. Deslizar el brazo y el tubo por la manga, procurando no tirar del tubo.
  6. Ayudar al paciente a colocarse la otra manga.
  7. Comprobar que la velocidad de goteo de la infusión es la adecuada.



Higiene Perineal



• Definicion: 

Conjunto de actividades encaminadas a mantener la higiene del perineo y los genitales, como parte del aseo diario y siempre que se precise

• Objetivo: 

Proporcionar conocimientos para mantener limpia la región perineal, evitar infecciones y favorecer el confort del paciente.



• Material y Equipos: 

  • Guantes no estériles. 
  • Toalla. 
  • Palanganas (2). 
  • Cuña. 
  • Paño de celulosa (tipo Cell-duck®).
  • Compresas higiénicas, gasas y torundas 
  • Protector de cama de celulosa. 
  • Bolsa de residuos blanca. 
  • Pañal o braga
  • Jabón neutro. 
  • Sábana. 
  • Registros de enfermería
  • Procedimientos:
Precauciones especiales:
  • Comprobar la identidad del paciente. 
  • Valorar la existencia de patologías previas (alteraciones de la piel, infecciones, hemorroides...). 
  • Considerar las limitaciones físicas y psíquicas del paciente, valorando su grado de colaboración. 
  • Adecuar la temperatura ambiental, evitando corrientes de aire en la habitación. 
  • Verificar la existencia de posibles alergias a los materiales y productos a utilizar

• Técnicas y Procedimientos:
  • Comprobar la identidad del paciente. 
  • Informar al paciente del procedimiento que se va a realizar y solicitar su colaboración. 
  • Proporcionar intimidad. 
  • Retirar el dispositivo colector urinario, si lo tuviera. 
  • Ofrecer la cuña o la botella al paciente antes de realizar el procedimiento.
  • Colocar al paciente en decúbito supino, si es posible, con las rodillas ligeramente flexionadas y las piernas separadas. 
  • Desnudarlo / la y cubrirlo parcialmente con una sábana.
  • Preparar todo el material necesario junto a la cama del paciente. 
  • Realizar la higiene de manos. 
  • Colocarse guantes no estériles. 
  • Preparar las palanganas (2) con agua a unos 38º-40ºC –una de ellas con jabón-, adecuándola a las preferencias del paciente. 
  • Retirar la ropa innecesaria que cubre la cama, descubrir la zona genital del paciente y cubrirlo parcialmente con una sábana. 
  • Colocar un protector de cama debajo de la zona perineal.

En el Hombre:

  1.  Lavar primero el pene y testículos. Enjuagar.
  2. Retraer el prepucio del pene (si el paciente no esta circuncidado) y lavar el glande. Enjuagar. Subir de nuevo el prepucio a su posición para evitar edema de glande (parafimosis).
  3. Poner al paciente en decúbito lateral.
  4. Lavar zona anal con esponja distinta. Enjuagar de arriba hacia abajo. Secar bien.
  5. Aplicar solución antiséptica si el paciente presenta sonda vesical o heridas.

En la Mujer:
  1. Pedir a la paciente que flexione las rodillas o ayudarle si no puede.
  2. Separar las piernas de la paciente.
  3. Lavado de arriba hacia abajo de la zona perineal. Con agua y jabón y gasas o esponjas desechables. Primero lavar la parte externa de la vulva, luego labios mayores y menores, meato. Enjuagar a chorro y repetir mínimo dos veces.
  4. Secar de arriba hacia debajo de forma suave. Evitar la humedad.
  5. Colocar al paciente en decúbito lateral.
  6. Limpiar área rectal desde la vagina a ano en un solo movimiento.
  7. Aplicar antiséptico en caso de sonda vesical o heridas.

  • Colocar pañal o protector si precisa.
  • Dejar al paciente en una posición cómoda,.
  • Recoger el material.
  • Retirarse los guantes.
  • Realizar lavado de manos.
  • Registrar en la documentación de enfermería: el procedimiento, fecha y hora, motivo, incidencias, enseñanza si procede y respuesta del paciente.
• Aspectos a tener en cuenta:
  • Mantener una temperatura adecuada, evitando pasos y corrientes de aire en la habitación.
  • Inspeccionar el meato uretral y alrededores en busca de inflamación, escoriación, hinchazón, flujoexcesivo y olor, especialmente en pacientes con catéteres vesicales.
  • Si el paciente es autónomo, proporcionar todo el material necesario para realizar la higiene perineal. 
  • Realizar la higiene perineal durante el aseo del paciente y siempre que lo precise. 
  • Enseñar al paciente y/o cuidador a: Realizar la higiene perineal adecuadamente, Tomar las medidas preventivas en caso de infecciones u otras patologías, Avisar ante la aparición de cualquier alteración (picor, flujo excesivo...). 
  • Verificar la correcta colocación de sondas vesicales y colectores. 
  • Comprobar que la zona permanece limpia y seca, si el paciente no puede comunicarlo.
  • Mantener una vigilancia sobre las posibles reacciones a los productos y materiales utilizados. 
      En mujeres:
  1. La exposición mínima reduce la vergüenza y proporciona calor.
  2. Las secreciones que tienden a acumularse entre los labios menores facilitan la proliferación bacteriana.
  3. La limpieza de la zona rectal desde la vagina hasta el ano y la zona posterior de las nalgas puede hacerse en decúbito lateral. Extremar la higiene de las zonas entre los labios menores en la mujer 
  4. Cuando existen episiotomías o menstruación aplicar la compresa perineal de delante hacia atrás, si es necesario. 
  5. En algunos casos será recomendable indicar a la enferma que deje la zona libre de prendas que dificulten el paso de aire para así favorecer la cicatrización. 
  6. En el posparto observar los loquios (aspecto, cantidad, olor...). 
  7. La Higiene perineal se realizará cada 12 horas 
      En hombres: 
  1. Retraer el prepucio y limpiar el glande es necesario para retirar el esmegma que se acumula bajo el pliegue y favorece el crecimiento bacteriano. En pacientes con fimosis no forzar la retracción del prepucio. 
  2. El escroto tiende a estar mas sucio que el pene por su proximidad con la zona anal, por esto, se limpia habitualmente después del pene. 
  3. La limpieza del escroto y de la zona anal puede hacerse en decúbito lateral. el surco balano-prepucial y en los pliegues escrotales. 


Higiene en Bañera / Ducha

• Objetivos:
  • Proporcionar / fomentar la higiene y el confort del paciente, favoreciendo la relajación, el reposo y sueño del paciente.
Materiales y Equipos:
  • Pijama / camisón
  • 2 toallas
  • Guantes de un solo uso
  • Esponja jabonosa de un solo uso
  • Champú
  • Crema hidratante
  • Colonia
• Técnicas y procedimientos:
  1. Informar al paciente del procedimiento y lugar donde se va a realizar.
  2. Preparar todo el material necesario y comprobar la temperatura ambiente del baño.
  3. Comprobar la temperatura del agua y ajustarla (43-46º). Si usamos bañera, llenarla hasta
  4. la mitad y comprobar la temperatura sumergiendo la muñeca o el codo.
  5. Acompañar al paciente al baño o ducha, si lo precisa, y colocar sobre el suelo una toalla, para evitar deslizamientos.
  6. Colocarse los guantes y ayudar al paciente a desvestirse si lo precisa y a entrar en la ducha o bañera.
  7. Si es necesario, ayudarle a bañarse / ducharse y controlar al paciente con frecuencia si se ducha / baña solo.
  8. Ayudar al paciente a salir de la ducha o bañera, si lo precisa
  9. Comprobar que el paciente está seco y vestido de forma apropiada, ayudándole siempre que sea necesario.
  10. Acompañarlo a su habitación.
  11. Retirar la ropa sucia en las bolsas correspondientes.
  12. Coordinar con el servicio de limpieza la disponibilidad del baño para otro paciente.
  13. Registrar el procedimiento y observaciones de cómo ha tolerado el procedimiento, estado de la piel, resistencia del paciente, grado de autonomía, etc.
• Aspectos a tener en cuenta:
  • La temperatura del agua debe ser ajustada dependiendo de si es ducha o bañera. La ducha requiere menor graduación al ser de aplicación directa con la piel del paciente, mientras que la bañera requiere mayor graduación debido a la perdida de calor progresivo que sufre el agua. Siempre se deberá comprobar la temperatura antes de la higiene para evitar molestias al paciente.
  • El aseo se realizará a diario y tantas veces como sea necesario.
  • El tipo de baño, ducha o cama, y su frecuencia dependen de la condición física del paciente, sus hábitos personales, su actitud, el estado que guarda su piel, la cantidad de transpiración y la temperatura ambiental.
  • Es importante evitar accidentes, para lo cual se tomarán todas las medidas que eviten los deslizamientos (dentro y fuera de la bañera o ducha).
  • Solicitar ayuda cuando el grado de dependencia del paciente así lo exija, lo cual evitará lesiones tanto en el paciente como en los profesionales.
  • Explicar y hacer participe al paciente y la familia en la higiene es recomendable, especialmente cuando se aproxima el alta del paciente. Enfermería tendrá que valorar cuando es el momento oportuno para hacerlos participes y en que grado ha de ser dicha participación. 
Materiales que facilitan 
el aseo en ducha o bañera




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