domingo, 24 de mayo de 2020

Uso de Mascarillas

Introducción:

La pandemia del COVID-19 ha obligado a expandir el uso de mascarillas en todo el mundo. Mientras antes sólo había costumbre de usarlas en unos pocos países para no contagiar catarros o gripes a los demás, ahora esa norma se ha extendido por todo el mundo. El nuevo coronavirus 2019 (COVID-19) es un nuevo virus que provoca enfermedades respiratorias en los seres humanos y puede propagarse de persona a persona, por ello el uso de las mascarillas y los respiradores ofrecen una barrera física para el contacto con gotas y aerosoles respiratorias. Cuando se usan correctamente, las mascarillas, junto con otras medidas preventivas, como el lavado de manos y el distanciamiento social, reducen el riesgo de transmisión de SARS-CoV-2, que provoca la infección por COVID-19.

El estornudo es un mecanismo reflejo mediante el cual se expulsa aire de los pulmones por la nariz, y a veces también por la boca, de una forma violenta e incontrolable.

En este proceso el aire sale a una velocidad de hasta 160 km/h y las partículas que se expulsan se distribuyen por un área similar a la de una habitación.

Este reflejo se desencadena por la irritación de la mucosa nasal, debido al contacto con ella de partículas extrañas de todo tipo (polvo, polen, picantes, etc.) o a la acción de los microorganismos cuando existe infección de las vías respiratorias superiores.

El objeto del estornudo es expulsar estas partículas que provocan la irritación de las vías nasales, por lo que se trata de uno de los numerosos mecanismos de defensa del organismo.






Principios básicos sobre uso de mascarillas:

recordar que las máscaras faciales no garantizan una protección completa contra el coronavirus, por lo que aún deben aplicarse otras buenas prácticas de higiene (como el lavado de manos y el distanciamiento social).
  1. No es necesario usar máscaras en un área no epidémica abierta y ventilada, mientras que es importante usar máscaras en un lugar concurrido o confinado.
  2. Se sugiere usar una máscara médica desechable en los lugares abiertos y ventilados del área afectada por el nuevo coronavirus y usar una máscara quirúrgica o una máscara de respirador de partículas cuando ingrese a lugares abarrotados o confinados.
  3. Se recomiendaa usar una máscara de protección contra partículas sin válvula de exhalación o máscara quirúrgica cuando tenga algunos síntomas sospechosos y vaya al hospital.
  4. Los pacientes con enfermedad respiratoria subyacente deben seguir las instrucciones del médico para usar la máscara. No se sugiere que el bebé use una máscara para no causar asfixia.
  5. La máscara de algodón, la máscara de esponja y la máscara de carbón activado no pudieron ayudar a prevenir la nueva infección por coronavirus.
  6. Evitar el uso prolongado e innecesario de mascarillas en un área no epidémica abierta y ventilada para evitar los efectos negativos de la hipoxia, la fatiga mental y la intoxicación por CO2 (lo que exhalamos).
Existen diferentes tipos de mascarillas según su grado de protección y su ámbito de uso. La diferencia entre los diferentes tipos de mascarillas es su complejidad que repercute directamente en el coste. Por otra parte, la alta demanda de mascarillas ha hecho que escasearan, lo que provocó un aumento de precio que recientemente ha sido regulado por el estado. En términos generales se podría hablar de que existen tres tipos de mascarillas: Mascarillas higiénicas, Mascarillas quirurgicas y de Alta eficacia.
Las de alta eficacia pueden ser con valvulas o sin valvulas  y de caracteristicas: Verticales,   Pico pato y  Cónica.

                   Verticales                                        Pico pato                                     Cónicas
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1. Mascarillas higiénicas o de barrera:

Son las más comunes. Este tipo de mascarilla no se considera producto sanitario ni tampoco equipo de protección individual (EPI), y no están diseñadas para "proteger de ningún riesgo", por lo que no se recomienda su uso en "situaciones que impliquen exposición a agentes peligrosos", tal y como indica el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo. No obstante, en el marco de la crisis actual, sí están destinadas, según las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, a todas aquellas personas sin síntomas que no sean susceptibles de utilizar mascarillas quirúrgicas ni filtrantes. "El objetivo de su empleo es intentar reducir el riesgo de transmisión del virus desde la boca y la nariz del usuario no enfermo o asintomático", explica el Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCF), aunque siempre como "medida complementaria a otras". Existen, en este punto, dos tipos de mascarillas higiénicas:

Mascarillas higiénicas no reutilizables: son las que se rigen por la especificación UNE 0064-1 y UNE 0064-2, la primera para adultos y la segunda para niños. En este caso, su propio nombre lo indica: son de un solo uso.

Mascarillas higiénicas reutilizables: son las que se rigen por la especificación UNE 0065 y existen tanto para adultos como para niños. En este caso, como su propio nombre indica son reutilizables, aunque para que así lo sean hay que fabricarlas con una serie de materiales que se puedan reutilizar. Recomendadas por Sanidad para minimizar el contagio, son un tipo de mascarillas que se pueden fabricar en casa, aunque no se deben olvidar las recomendaciones para lavarlas y desinfectarlas correctamente.

Para quién esta recomendada:
  • Publico en general, personas sin síntomas que no sean susceptibles de utilizar mascarillas quirúrgicas ni autofiltrantes.
  • Aquellas personas que tienen que salir a la calle por motivos laborales, para disminuir el riesgo ante la imposibilidad de mantener el distanciamiento social.
  • Se pueden confeccionar de manera cacera o usar una bufanda o pañuelo.
  • Personas que salgan a la calle por motivos laborales u otros motivos en el desescalado.
  • Población general que salga a la calle.

2. Mascarillas quirúrgicas:


Este otro tipo sirve para evitar la transmisión de agentes infecciosos por parte de la persona que la lleva puesta, por lo tanto, se recomienda su uso en personas diagnosticadas con coronavirus, para minimizar que contagien a las personas que puedan acercarse, aunque igual que las anteriores son una pieza no hermética. Estas mascarillas son desechables —de un solo uso— y no son consideradas EPI tampoco, porque no proporcionan un nivel fiable de protección frente a la inhalación de partículas, aunque sí son consideradas producto sanitario (PS).

Adicionalmente pueden proporcionar cierta protección ante salpicaduras de fluidos potencialmente contaminados: se trata de las mascarillas quirúrgicas con marcado IR. Además de los diagnosticados, son las que utiliza el personal que acompaña a los afectados a las zonas de aislamiento pertinentes; pero igual que las anteriores, su eficacia no está totalmente establecida cuando se trata de eliminar riesgo de infección.

Para quién esta recomendada:
  • Para trabajador sanitario en una situación de riesgo moderado o un paciente en un entorno sanitario: debo usar una MASCARILLA QUIRÚRGICA.
  • Personas con infección por coronavirus o síntomas de infección. Personal sociosanitario que acompañe a los pacientes a las zonas de aislamiento.
  • Personas en cuarentena domiciliaria que contacte con convivientes
  • Grupos vulnerables (personas mayores, con patología de base y embarazadas)

3. Mascarillas de alta eficacia o autofiltrantes:

Estas mascarillas contienen un filtro de micropartículas, gracias al cual protegen al que la lleva puesta frente a la inhalación de determinados contaminantes en el ambiente, como agentes patógenos, químicos, antibióticos... aunque no protegen frente a gases ni vapores. Estas sí que se consideran EPIs, y se clasifican en base a su rendimiento. Tal y como indican las autoridades, utilizadas correctamente "proporcionan un nivel aceptable de protección frente a la inhalación de partículas". ¿Cuándo se usan estas y quiénes deben usarlas? En función de su rendimiento, tienen un uso recomendado u otro:
Mascarillas FFP1: estas tienen una eficacia de filtración mínima del 78%, y un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 22%. No se recomiendan para uso médico, y se suelen utilizar frente a partículas de material inerte.
Mascarillas FFP2: en este caso la filtración mínima es del 92% , con un porcentaje de fuga hacia el interior máximo del 8%. Estas mascarillas se usan frente a aerosoles de baja o moderada toxicidad. Según Sanidad, la recomendación es que el personal sanitario que atienda "en casos de investigación, probables o confirmados para infección por el SARS-CoV-2 o las personas que entren en las áreas de aislamiento se pongan, como parte de su EPI, una de estas" —en su defecto, una quirúrgica—.
Mascarillas FFP3: la filtración mínima de este tipo de mascarillas se eleva al 98%, mientras que el porcentaje de fuga hacia el interior es solo del 2%. Estas son las recomendadas ante aerosoles de alta toxicidad. Según las recomendaciones de Sanidad, estas son las mascarillas que debería llevar el personal sanitario que atienda en situaciones en las que se generen aerosoles que favorecen el contagio. Tal y como señala el CGCF, serían casos de intubación traqueal, lavado broncoalveolar o ventilación manual. En su defecto, podrían usar una FFP2.




Este tipo de mascarillas se pueden limpiar, siempre y cuando sean de uso reutilizable: de ser así, llevarán una marca con la letra R, que implica que se pueden usar más de un turno de trabajo. Solo se debe limpiar y desinfectar el ajuste con la cara, nunca el material filtrante.
Para quién esta recomendada:
  • Personal sanitario en una situación de alto riesgo: debo usar un RESPIRADOR N95. 
  • Personal sanitario que atienda a casos de infección por coronavirus o personas que entren en la habitación de aislamiento de un enfermo (p.ej. Personal sanitario implicado en procedimientos que generen aerosoles, familiares, personal de limpieza).
Manera correcta de usar la mascarilla

¿Cómo me lo pongo?

  1. Las máscaras solo son efectivas si las usa correctamente. La Organización Mundial de la Salud tiene los siguientes procedimientos:
  2. Lávese las manos durante 20 segundos con agua y jabón antes de tocar o ponerse la máscara.
  3. Partimos de la base de que la mascarilla está bien, pero habría que revisarla previamente para comprobar que no tiene rasgaduras o agujeros. Para ello, se sujeta por las gomas y se revisa a contraluz. Hecho esto, ya podríamos colocarla.
  4. Asegúrese de cubrir toda la nariz y la boca cuando se la ponga.

Mientras usa la mascarilla:

  1. Una vez que haya ajustado con éxito su máscara facial, es importante que no la toque ni el resto de su cara. Los gérmenes se pueden propagar al tocar superficies contaminadas y luego tocarse la nariz, los ojos o la boca para que las mascarillas faciales puedan ser un buen recordatorio de no hacerlo.
  2. Evite tocar la máscara mientras está fuera, esto puede contaminarla.
  3. No te quites la máscara mientras estás en público.
  4. Solo toque su máscara con la sujeción, como corbatas, cintas para la cabeza o ganchos para la oreja, y una vez que los haya soltado, levante la máscara de su cara para quitarla. Nuevamente, no toque el exterior de la máscara, ya que podría estar contaminada por otros. Y no toque el interior de la máscara, ya que podría contaminarse (y luego transferirse a otros).



Cómo quitar una mascarilla:

  1. Este es potencialmente el paso más importante para hacer correctamente. Una vez que esté listo para quitarse la máscara facial, lávese las manos con agua y jabón o use un gel desinfectante para manos. 
  2. Para quitarla hay que ir a los lados y no al centro o en su caso desátela desde atras. Para ello hay que sujetarla de nuevo por las gomas laterales y sacarla hacia delante. Nunca toque el frente.
  3. Lávese las manos inmediatamente después de quitárselo y nuevamente después de lavar la máscara.
  4. Si su mascarilla es de un solo uso, deséchela correctamente. Si tiene una máscara de respirador y planea reutilizarla, consulte técnicas de limpieza y conservación.


Cómo descontamino y conservo para su re-utilización las mascarillas:

No hay una guía exacta sobre cuántas veces puede reutilizar una máscara de respirador, ya que generalmente están diseñados para un solo uso. Sin embargo, dada la crisis actual, esto se acepta como práctica común.

En lugar de enfocarse en la cantidad de veces u horas que puede usar la máscara, debe enfocarse en la integridad estructural y funcional, y que el material del filtro no esté dañado ni sucio físicamente.
  1. La mayoria de mascarillas son desechables y no se deben reutilizar. Sin embargo, ante la situación actual se están emitiendo recomendaciones de descontaminar o re-esterilizar las mascarillas para aumentar su tiempo de utilización o reutilización. Para ello hay que tener en cuenta que:
  2. Las recomendaciones están basadas en la escasa evidencia disponible y deben ser tomadas con cautela y como medidas excepcionales ante la situación actual de epidemia de COVID-19.
  3. Despues del proceso de descontaminación  o re-esterilización se deberían evaluar las propiedades de las mascarillas y tener en cuenta que las mascarillas mantienen las propiedades de ajuste y capacidad de filtrado. Recuerde que las mascarillas autofiltrantes pueden tener válvula de exhalación para facilitar la respiración del usuario y evitar la condensación, por lo tanto verifiquela con cuidado.
  4. Es muy importante verificar que las mascarillas que se vayan a descontaminar no estén degradadas o rotas y que estén limpias.
  5. No es posible lavar las mascarillas ya que, al mojarlas, el material filtrante de polipropileno pierde la capa hidrófuga.
  6. El método más recomendable es aplicar calor seco a 70ºC durante 30 minutos. Para ello introduce la mascarilla en el horno 30 minutos, a poder ser con ventilador para que la temperatura sea uniforme en todos los puntos. Este procedimiento se podría aplicar hasta un máximo de 20 veces.
  7. Las mascarillas domesticas si se pueden lavar; en el caso de las mascarillas higiénicas reutilizables, el lavado y secado de la mascarilla debe ser acorde a las recomendaciones del fabricante. Después de cada lavado hacer una inspección visual por si se detecta algún daño.
  8. Alternativamente, se puede introducir la mascarilla en una bolsa de congelar y aplicar el calor durante 30 minutos con un secador de pelo.
  9. Si su máscara se ve peor por el uso, probablemente sea hora de descartarla y comprar una nueva.
  10. En el caso de mascarillas quirugicas y las de alta filtración, los siguientes métodos no son recomendables, porque puedes deformar o disminuir la capacidad de filtración de la máscara:
    1. Desinfección con alcohol pulverizado.
    2. Lavado con agua o soluciones jabonosas.
    3. Desinfección con uso de vapor a 134ºC.
    4. Desinfección con microondas.
    5. Desinfección por radiación ultravioleta germicida.
    6. Es recomendable también que la reutilización de las mascarillas sea siempre por parte de la misma persona y se extremen las precauciones durante todo el proceso.



No conviene uso de mascarillas en:
Los menores de 3 años, personas con problemas para respiratorios y personas con dificultades para quitarse la mascarilla por sí mismas.
En el caso de mascarillas con válvula no se deben colocar a pacientes con procesos respiratorios infecciosos, ya que al no filtrar el aire exhalado por el usuario, podrían ser una fuente de transmisión del COVID-19.
 

















sábado, 9 de mayo de 2020

Pruebas diagnosticas para Covid-19

Introducción:

El nuevo virus SARS-CoV-2 pertenece a la subfamilia de coronavirus (CoV), de la familia Coronaviridae, y en concreto, al género beta (beta-coronavirus) al igual que el SARS-CoV causante del brote surgido en China en 2003 y el MERS-CoV, causante del brote aparecido en la península arábiga en 2012, siendo todos ellos de origen zoonótico (el huésped originario es el murciélago), que en un momento dado han evolucionado y han cruzado la barrera entre especies hasta causar el brote infeccioso en humanos. Cabe resaltar que hay otros coronavirus que afectan a los humanos de forma cotidiana, causando enfermedades leves del aparato respiratorio, como por ejemplo los resfriados comunes (229E, NL63, OC43, o HKU1) siendo todos ellos del subgrupo de alfa-coronavirus).

Reciben este nombre por la estructura que poseen, que, vista al microscopio, les confiere de una especie de halo o corona en su superficie exterior. Los virus están compuestos esencialmente por material genético y proteínas estructurales que lo encapsulan. La Figura 1 muestra una imagen esquematizada de la forma y estructura de los coronavirus. Constan de la nucleocápside, donde está estrictamente contenido el material genético (exclusivamente una secuencia sencilla de ARN de alrededor de 32,000 bases), y empaquetado gracias a la proteína N, y de la envoltura, compuesta por varias proteínas estructurales como la glucoproteína de membrana o proteína M, implicada en el ensamblaje del virus y en contacto con la nucleocápside, la proteína S, que forma las espigas responsable de la adhesión a la célula huésped, y la proteína E, que interacciona con la proteína M para la formación de la envoltura. Estas representan las proteínas estructurales más relevantes, aunque hay otras que son necesarias en el proceso replicativo del virus y de infección y entrada en las células.

Tipos de Inmunoglobulinas


Los coronavirus se caracterizan por tener una capacidad de mutación relativamente alta comparada con otros virus, lo que dificulta en cierta medida tanto el desarrollo de métodos de diagnóstico específicos como de terapias y vacunas.

Como se reproduce el Covid-19


Evolución de la detección ARN viral y Anticuerpos por Covid-19


Fases de la Covid-19


En términos generales, los métodos de detección de virus respiratorios podrían clasificarse en tres estrategias diferenciadas, cada una de ellas con sus ventajas y limitaciones:
  1. Detección directa del material genético del virus (ARN contenido en la nucleocápside) mediante la PCR
  2. Detección directa del virus como entidad individual, mediante la detección de antígenos virales (proteinas del virus).
  3. Detección Indirecta de los anticuerpos generados en el organismo huésped infectado en muestras de sangre (test serológico).

1. Detección del material Genético  - PCR:

Esta estrategia es la que usa la técnica de PCR (Polymerase Chain Reaction, Reacción de la polimerasa en cadena). Es una técnica muy establecida, utilizada de manera rutinaria en todos los laboratorios clínicos y que está basada en la amplificación de fragmentos de ADN mediante ciclos consecutivos de incrementos y bajadas de temperatura, lo que permite, a partir de pocas secuencias iniciales de ADN (pocas copias de material genérico) ampliar a grandes cantidades que pueden ser detectadas mediante fluorescencia.
La técnica amplifica ADN, por lo que en el caso de del ARN vírico es necesario primero convertirlo a ADN (por transcripción inversa, RT, reverse transcription) para a partir de entonces iniciar el proceso de PCR (lo que se llama RT-PCR). Una vez el genoma de interés es secuenciado (como en el caso del SARS-CoV-2, cuya secuencia fue dilucidada a las pocas semanas de su aparición), es necesario encontrar aquellas regiones únicas que lo diferencian de otros virus de la misma familia (que serán las que se amplificarán, previo diseño de sondas de detección), para otorgar a la técnica de la especificidad necesaria.
Los pasos necesarios para llevar a cabo la detección mediante test PCR son:
Técnica de recogida de la muestra nasofaríngea: Los hisopos nasofaríngeos son más estrechos y flexibles que los orofaríngeos. Las torundas deben ser de dacrón o poliéster. El hisopo se introduce en una de las fosas nasales y se desplaza por el suelo de la cavidad nasal siguiendo el tabique hasta la nasofaringe, hasta la muesca de seguridad, sin forzar si se encuentra resistencia. Se gira la torunda con suavidad durante 5-10 segundos. A continuación, se debe introducir el hisopo en un medio de transporte adecuado, para virus o universal, romper el mango del hisopo por la muesca y cerrar el tapón, a no ser que se vaya a usar de forma inmediata en un test rápido. Las muestras se embalan en contenedores homologados bajo normativa de “Sustancia biológica clase B (UN3373) y se transportan en frío, a 4ºC.

Medidas de seguridad para recoger las muestras: La recogida de las muestras se debe realizar según las recomendaciones oficiales de la OMS y el Ministerio de Sanidad (https://www.mscbs.gob.es/profesionales/saludPublica/ccayes/alertasActual/nCov-China/documentos/Procedimiento_COVID_19.pdf) con un equipo de protección individual (EPI) para la prevención de infección por microorganismos transmitidos por gotas y por contacto que incluya bata impermeable a fluidos, mascarilla FFP2, guantes y protección ocular (gafas o pantalla facial). La recogida de muestras de vías bajas genera aerosoles por lo que es elevado el riesgo de contagio y debe realizarse con la protección y medidas adecuadas5 (además de la misma protección que para la recogida de muestras respiratorias de vías altas, se deben realizar en una habitación adecuadamente ventilada: como mínimo, ventilación natural con un flujo de aire de al menos 160 litros/segundo por paciente, o habitaciones de presión negativa con al menos 12 cambios de aire por hora).

Técnica de realización de la RT-PCR: La RT-PCR se realiza en laboratorios de Microbiología clínica, necesita personal experto en Microbiología molecular y medidas de bioseguridad. La muestra debe ser en primer lugar inactivada. La PCR es una técnica utilizada para amplificar secuencias de ADN7,8. Consta de dos fases: extracción y amplificación de los ácidos nucleicos. El ARN es monocatenario y muy inestable por lo que primero debe transcribirse de forma inversa en ADN complementario (ADNc) utilizando una transcriptasa inversa. A partir de aquí, se utiliza el procedimiento de PCR convencional para amplificar el ADNc. Se utilizan secuencias cortas de ADNc, cebadores o primers, para seleccionar la parte del genoma a amplificar. La temperatura de la muestra se sube y se baja repetidamente para ayudar a la ADN polimerasa a duplicar la secuencia del ADN que está siendo copiada. Con esta técnica se producen millones de copias de la secuencia estudiada en unas horas. Lo ideal es que ambos procesos estén automatizados para aumentar la rapidez y evitar errores. En la actualidad el resultado de las pruebas está disponible desde unas horas a varios días. Otra ventaja de la PCR en el momento actual, con existencia de muchos casos, es que permite procesar simultáneamente un elevado número de muestras1.
Los genes diana más usados para la detección de SARS-CoV-2 son el gen E (recomendado por la OMS como screening de primera línea2), el gen RdRp, para estudio de confirmación y el gen N para estudio adicional de confirmación. Otro gen usado es el Orf1ab. Para el diagnóstico de confirmación en zonas sin circulación del virus COVID-19 se necesita la positividad frente a dos genes distintos de COVID-19, uno de ellos específico del mismo, o positividad frente a un betacoronavirus más una identificación al menos parcial del genoma del virus COVID-19. En zonas de transmisión comunitaria como nuestro país en la actualidad, se considera suficiente la positividad de la rRT-PCR para un único gen que sea discriminatorio2 de COVID-19

Ventajas de la técnica PCR
  • Técnica bien establecida, comercializada por multitud de compañías.
  • Fácilmente adaptable a tantas secuencias diana como sea necesario en un tiempo relativamente corto, una vez se conoce la secuencia genómica a detectar.
  • Producción fácilmente escalable a millares de kits de detección (cócteles de reactivos conteniendo las ondas de reconocimiento).
  • Elevada especificidad, debido a la elección precisa de zonas del genoma exclusivas de la diana a detectar.
  • Elevada sensibilidad debido al proceso inherente de amplificación exponencial.
Limitaciones de la técnica PCR
  • Como se ha comentado, la PCR es la técnica de referencia para el diagnóstico de COVID-19, pero puede haber falsos negativos y falsos positivos.
  • Tiempo de resultado (time-to-result) relativamente largo (requiere de 2 a 5 h para la obtención de resultados). Esto se convierte en un factor limitante cuando hay que procesar y analizar un gran número de muestras como en la situación actual.
    Es una técnica relativamente costosa (coste de test, entre 25-150€ /unidad)
  • Un único resultado negativo en una prueba de PCR, especialmente si se ha realizado a partir de una muestra de las vías respiratorias superiores, no excluye la posibilidad de una infección por SARS-CoV-2. Se recomienda repetir el muestreo, e incluso con una muestra de las vías respiratorias inferiores en caso de enfermedad grave o progresiva.
Falsos negativos: Pueden aparecer si:
  1. la contaminación inherente (Una purificación y aislamiento no adecuado del material genómico puede conducir a resultados erróneos)
  2. La toma de la muestra es inadecuada (cantidad escasa).
  3. El transporte es inadecuado (no se mantiene la cadena de frío) o con retraso.
  4. Hay errores pre-analíticos (mal etiquetado de la muestra).
  5. Hay poca eliminación de virus por el paciente por el estadio del proceso (asintomático, presintomático o postsintomático) o por la gravedad del mismo.

Falsos positivos: Pueden aparecer si:
  1. Hay error pre-analítico en el etiquetado de la muestra a lo largo del proceso
  2. Contaminación cruzada entre muestras durante el procesamiento.

Toma de muestra Nasofaringea y Orogaringea


Toma de muestra por irrigación en niños


Toma de muestra por irrigación en adultos



PCR IgM IgG Interpretación
- - - Negativo - No inmunizado - Paciente en riesgo
+ - - Fase Inicial (preclínica ó clínica inferior a 7 días, periodo ventana en el que la infección ya está presente pero los anticuerpos aún no son detectables) 
+ + - Fase temprana ó aguda de la infección  de 7 a 10 días
- + - Fase activa de más de 7 - 10 (carga viral disminuida). Falso negativo? Repetir PCR.
- + + Fase activa de más de 14 días ( carga viral disminuida; buen pronóstico por IgG)
+ + + Fase activa de infección (posible buen pronóstico por IgG
+ - + Fase final - infección avanzada de más de 14 días (o posible recurrencia)
- - + Fase de resolución - Infección pasada o curada

2. Detección del virus como entidad indivudual - Antigenos:

En este caso, la detección no es del material genérico contenido en la cápside sino del virus entero a partir de la detección de los llamados antígenos virales (es decir las proteínas que lo conforman). Generalmente esta estrategia se basa en la detección de las proteínas estructurales como sería la proteína S, en caso de detección completa del virus, o la proteína N, para detección de partes o fragmentos del virus, mediante el uso de anticuerpos específicos, que las detectan cuando capturan al virus.
Una forma de detectarlo es usar los llamados Tests Rápidos de Detección de Antígenos (RADTs, rapid antigen detection tests). Esta aproximación es sencilla, aunque muy dependiente de la disponibilidad de anticuerpos específicos de cuya calidad dependerá una mayor especificidad y sensibilidad del análisis. Hay actualmente varias casas comerciales que distribuyen anticuerpos para distintas proteínas estructurales del SARS-CoV (principalmente la S y la N) que también reconocen el nuevo virus SARS-CoV-2, con los que se están poniendo a punto distintos tests de detección. De igual manera ya hay actualmente en el mercado distintos tests rápidos para la detección de SARS-CoV-2. Los más habituales se basan en ensayos de flujo lateral o tiras reactivas (salvando algunas diferencias, parecidos a los tests de embarazo disponibles en farmacias). Suelen estar fabricados en materiales adsorbentes (como derivados de celulosa) y contienen ya adsorbidos distintos reactivos (como por ejemplo anticuerpos) que cuando entran en contacto con la sustancia diana a detectar, conducen a un cambio generalmente visual y detectable directamente a ojo (cambio de color en la zona de detección).
Los pasos necesarios para realizar el test de detección de virus son:
  1. Colección de la muestra del paciente (también en este caso muestra nasofaríngea por contener mayor cantidad de virus)
  2. Mezcla con solución reactiva (generalmente anticuerpos específicos contra algún antígeno viral) 
  3. Transferencia directa de unas gotas de la mezcla en la tira reactiva y lectura de la respuesta (visual generalmente) al cabo de pocos minutos en la zona de captura o detección.
  4. Hay varias empresas biotecnológicas centradas en el desarrollo de tests rápidos basados en este principio de detección. 
Ventajas de tira reactiva para la detección del virus entero

  • Rapidez en la obtención de resultados (entre 5-15 minutos entre la toma de muestra y la lectura de resultados)
  • Bajo coste y producción masiva
  • Es una técnica bien establecida, que comercializan multitud de compañías para otras aplicaciones. Si se dispone de los reactivos (anticuerpos) la técnica es fácilmente adaptable, por ejemplo, si se ha desarrollado previamente para virus similares.
  • Puede ser utilizada directamente en el sitio de toma de muestra, no requiere de instrumentación compleja externa, y no requiere de personal especializado para su análisis ni para la lectura de resultados
  • Con una sensibilidad adecuada, la técnica puede teóricamente diagnosticar la enfermedad desde el primer día en el que el virus está presente en el organismo.
Limitaciones de los ensayos de tira reactiva para la detección del virus entero

  • Limitada sensibilidad. Posibilidad elevada de falsos negativos (ausencia de detección cuando la carga viral es baja).
  • Problemas de reproducibilidad (de lote a lote). Problemas de falsos positivos y/o negativos.
  • Respuesta esencialmente cualitativa (tipo SÍ/NO). No aporta información de la cantidad de virus presente.

3. Detección de anticuerpos generados en el organismo huésped infectado ( Test serológico: IgM/IgG):

Los tests serológicos se basan en la detección indirecta del virus, a través de la medida específica de los anticuerpos generados por el propio organismo de la persona infectada. Ante el ataque de, o exposición a organismos ajenos (como los agentes infecciosos víricos) el sistema inmune humano responde desencadenando la producción de anticuerpos que conferirán cierta inmunidad ante posteriores reinfecciones (en un mecanismo análogo al que desencadenan las vacunas).

Ésta es una aproximación especialmente atractiva porque no es necesario que la infección esté activa, es decir, que el virus este todavía presente en el organismo infectado, por lo que es útil no solo como método de diagnóstico, sino también en estudios epidemiológicos, pues permite medir los niveles de anticuerpos con el tiempo. Además, se puede diferenciar entre distintos tipos de anticuerpos que se producen en las distintas etapas de la infección: por ejemplo, inmunoglobulinas M (IgM) que se generan al principio, y representan un proceso de infección aguda, y las inmunoglobulinas G (IgG), más abundantes, indicativos de infección primaria o que aparecen como respuesta a la fase aguda de infecciones secundarias. En definitiva, los tests serológicos pueden proporcionar información valiosa respecto a una infección activa o a un contagio previo. Puede ser por tanto una herramienta de diagnóstico masivo, especialmente importante en SARS-CoV-2, donde hay un número muy elevado de pacientes asintomáticos y el periodo de incubación parece indicar que puede alargarse hasta aproximadamente 14 días antes de la aparición de síntomas.

Los anticuerpos generados por el organismo suelen tener como diana, determinantes antigénicos clave en el agente patógeno, por ejemplo, las proteínas estructurales del virus. En estos tests, se pone en contacto el suero del paciente con los antígenos del virus de manera que la presencia de anticuerpos en el suero es detectada. La aproximación más sencilla es llevar a cabo tests análogos a los de detección rápida del virus, en formato tira reactiva, comentados en el apartado anterior.
Los pasos necesarios a llevar a cabo en los tests serológicos son:
  1. Colección de muestra de paciente. En este caso, extracción de sangre (y separación del suero, en algunos casos).
  2. Transferencia directa al test (que contiene antígenos del virus) y lectura de la respuesta (visual generalmente) al cabo de pocos minutos en la zona de captura o detección.
Ventajas de los tests serológicos en tira reactiva

  • Rapidez (entre 5-15 min entre extracción de muestras y resultados).
  • Muestra de sangre capilar, lo que implica extracción sencilla mínimamente invasiva. Muestras con baja o nula carga viral y por tanto no infecciosas (no se espera presencia del virus en estas muestras).
  • Es una técnica bien establecida y adaptable a diferentes formatos de diagnóstico una vez se dispone de los antígenos más adecuados para preparar los tests.
  • Producción masiva y posiblemente de bajo coste (alrededor de 20-50€ por test).
  • Puede ser utilizada directamente en el sitio de toma de muestra, no requiere de instrumentación compleja externa, y no requiere de personal especializado para su análisis ni para la lectura de los resultados.
Limitaciones de los tests serológicos en tira reactiva:
  • Limitada sensibilidad. Posibilidad elevada de falsos negativos.
  • Problemas de reproducibilidad (de lote a lote). Problemas de falsos positivos y/o negativos.
  • Respuesta esencialmente cualitativa (tipo SÍ/NO).
  • El sistema inmunológico requiere un tiempo para activarse y generar los anticuerpos (entre 2-3 días, o incluso más dependiendo del estado de salud de cada persona).
  • Variabilidad inherente la respuesta inmune de cada individuo.

Muestra de sangre capilar


Muestra de sangre venosa

 

Interpretar Resultados

Negativo             Positivo              Positivo             Positivo

Invalido             Invalido             Invalido             Invalido


IgM IgG Interpretación
+ + Infección reciente
+ - Infección reciente
- + Infección previa
- - No hay infección o no hay suficientes anticuerpos detectables en la infección tempra.

Pruebas bioquímicas, inmunológicas y hematológicas alteradas

Las 13 principales alteraciones analíticas en pacientes con Covid-19:
  1. Gasometrías, como en todas las neumonías. Estado ácido base arterial: los pacientes infectados pueden desarrollar de manera súbita insuficiencia respiratoria aguda, por lo que es importante tener presente las alteraciones en la gasometría arterial para poder realizar un correcto diagnóstico y tratamiento.

    El score SOFA o Sequential Organ Failure Assesment, es utilizado frecuentemente en las unidades de cuidados críticos y se calcula en base a parámetros analíticos y clínicos.

    Los principales cambios que veremos en la gasometría arterial son:
    • PaO2 disminuida (menor o igual a 60 mmHg).
    • Aumento de la PaCO2
    • Acidosis respiratoria, que puede presentarse junto a acidosis metabólica porpresencia de ácido láctico.
    • Evaluación del síndrome distrés respiratorio agudo (SDRA)
    • pO2/FIO2 200-300 SDRA leve. 100-199 SDRA moderado. <100 SDRA severo
    • satO2/FIO2 236-315 SDRA leve. <236 SDRA de moderado a severo
  2. Valorar Linfopenia: un número anormalmente bajo de linfocitos, es decir un recuento linfocitario bajo (<0.4* 10^9/L) se asoció de una manera importante al desarrollo de neumonía grave.
  3. Neutrofilia: es el aumento del numero de neutrofilos y la causa más frecuente de leucocitosis, el 87% de los pacientes con una cifra de neutrófilos por encima de 7*10^9/L desarrollaron un peor curso clínico. Recuerde al encontrarse elevada en el primer recuento leucocitario del paciente es la única variable bioquímica predictiva de mortalidad hospitalaria.
  4. Valorar Leucocitosis: aumento en el número de glóbulos blancos, el 96% de los pacientes con recuento leucocitario superior a 10*10^9/L presentaron un cuadro severo
  5. Valorara trastornos de la coagulación sanguinea (Dímero D): El 81 % de los pacientes con niveles de Dímero D superiores a 1 mg/L presentaron un cuadro grave de neumonía, valores de mal pronóstico en el momento del ingreso. También se asoció a la aparición de complicaciones trombóticas.
  6. Valorar trastornos autoinmunes y/o infeccion severa (Proteína C reactiva): Mayores niveles de proteína C reactiva (>150 mg/L) se relacionan con desarrollo de neumonía severa.
  7. Valorara tipo y daño a tejidos (Lactato deshidrogenasa): En el caso de LDH-3, presente en tejido pulmonar, el 100% de los pacientes con neumonía grave presentaron niveles por encima de 720U/L.
  8. Valorar nivel de hierro: Ferritina, los niveles elevados de ferritina (> 2000 ng/mL) se relacionaron con el desarrollo de síndrome hemofagocítico, anemia, dificultad respiratoria, taquipnea.
  9. Valorar biomarcador de infección e inflamación sistemico: Procalcitonina (PCT): La procalcitonina es un marcador de utilidad para vigilar la aparición de sobre infección bacteriana. Niveles superiores a 0,5 μg/L corresponden a un riesgo 5 veces mayor de infección severa.
  10. Valorar daño al cardiaco (Troponina T): Durante la hospitalización los pacientes con niveles elevados de TnT tuvieron más frecuencia de arritmias malignas que los que presentaban niveles de TnT normales. Los niveles altos de troponina en la sangre pueden indicar que usted está teniendo o que ha tenido recientemente un ataque al corazón. Un ataque al corazón ocurre cuando se produce un bloqueo en el flujo de sangre al corazón, lo que puede causar la muerte.
  11. Valorar actividad inflamatoria: Interleucina-6 (IL-6): Los niveles elevados de IL-6 (>80pg/mL), se asocian al desarrollo de SHF y a fallo respiratorio severo.
  12. Valorar el control homeostático del agua corporal, sodio, potasio y tejido adiposo (Péptidos natriuréticos (BNP, NT-prBNP)): La elevación de péptidos natriuréticos son un factor de riesgo de muerte independiente en pacientes con Covid-19.
  13. Valorar funcionamiento del hígado: Analisis de la enzima alanina aminotransferasa (ALT): El aumento de la actividad de la ALT se relacionó con una peor evolución, especialmente con niveles superiores a 40 U/L.









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